
20 Sep Cada etapa de la vida tiene su casa, vive
A lo largo de la vida vamos pasando por diferentes etapas y a cada una de ellas le corresponde un tipo de casa. Los apartamentos de soltero (qué divertidos y fáciles de limpiar ¿verdad?), las casas de dos dormitorios del comienzo, las de más de dos dormitorios tipo “la familia crece”, y así en muchos casos, si la casa es en propiedad, se llega a la casa del tipo “demasiado grande ahora que los niños se han ido”.
Esta tipología de casa se puede convertir en un momento dado en una auténtica “jaula de oro”. Un patrimonio inmovilizado, totalmente desaprovechado, con importantes costes de mantenimiento y lo peor, con incomodidades manifiestas para sus inquilinos, con habitaciones a las que no se entra y escaleras que no se suben.
Cada etapa y su correspondiente casa tiene sus ventajas y desventajas, y hay que disfrutarla (la etapa y la casa) y para ello no se puede terminar malgastando dinero y espacio en algo que ya no disfrutamos. Además, si ya no se trabaja ni hay que llevar niños al colegio ni al dentista, y todo el tiempo que tienes es para ti, ¿qué haces metido en casa? Con lo que te ahorras de los gastos de mantenimiento de una casa sobredimensionada te puedes dedicar a viajar por medio mundo, conocer todos los restaurantes con estrella Michelin del país o alquilarte una casita en el campo o la playa para pasar temporadas en un clima más cálido.
Con los nietos, al cine. Y la cena de Navidad, que la organice otro, te lo has ganado.
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