
01 Mar Nadie sabe lo que cuesta vender una casa
Nadie (o muy poca gente) sabe lo que cuesta vender una casa hasta que se pone a ello. En primer lugar un particular comienza por el precio, primer error. Para mí no es el primer paso, y luego la valoración suele ser errónea, sin ser consciente de las implicaciones y costes que ello conlleva.
En segundo lugar el anuncio. Gran parte de los anuncios de particulares están francamente mal (horror, admito que hay anuncios de agencias que tampoco están muy bien).
Tercer lugar, bien, vamos a escuchar a algunas agencias a ver qué sacamos y a lo mejor firmamos algunas notas de encargo. Una nota de encargo es una carpeta encima de una mesa, y eso al final cuesta dinero.
Cuarto, empiezan a venir visitas, algunas buenas, otras no, otras pueden ser hasta peligrosas (¿algún particular pide el DNI de los que mete en su casa?). Y la casa, ¿está en buenas condiciones para una correcta presentación? Eso vale dinero.
Quinto, con suerte, llega alguna oferta. ¿Y cómo se valora si es buena o merece la pena o en cambio estamos perdiendo dinero? ¿El particular está preparado para negociar? ¿Sabe cómo?
Sexto, llegamos a un acuerdo, y ahora ¿qué firmamos? Hala, a Google. No tiene por qué ir mal, pero si el comprador es un poco hábil y quiere sacar partido, la broma te puede salir muy muy cara.
Séptimo, trámites burocráticos, legales y administrativos. Una alegría, otra vez a Google, ¡suerte! Total, errores en este punto pueden costar solo unos miles de euros.
En fin, para tratarse en la mayoría de los casos del bien material más importante de una unidad familiar, de los ahorros de toda una vida, me sorprende la ligereza con que se indica en algunos anuncios «abstenerse agencias».
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