
01 Dic Vender una casa de herencia
Vender una casa de herencia puede ser una tarea sencilla si las partes están de acuerdo y en sintonía, o puede ser sencillamente imposible, con la correspondiente pérdida para todos.
En algunas ocasiones las partes ni se conocen, o no se quieren conocer, o se conocen demasiado. Hermanos, primos, cuñados, sobrinos, cada uno con su verdad, su versión, sus necesidades, sus circunstancias… Y si decía Ortega y Gasset que «Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella, no me salvo yo», habría que ver lo que opinaba de salvar las circunstancias del marido de una prima segunda.
Vender una casa siempre conlleva una dificultad, pero vender una casa con varios propietarios condenados, sin voluntad ni ganas, a entenderse, eso puede rozar el milagro.
Pero no todo tiene porque estar perdido, hay una oportunidad, que es contratarme a mi (vale, puede ser otro buen agente inmobiliario), y que actúe como tercera parte, objetiva, cuyo fin es vender una propiedad, siendo frío como un pistolero cuando hay que serlo, y cariñoso como una madre cuando toca, pero principalmente, sobre todo, mi secreto, ser imparcial, independiente, y eficaz, con un objetivo claro, vender la casa.
No merece la pena pelearse más, no merece la pena seguir pagando comunidad de propietarios, IBIs, tasas de basura, seguros… No merece la pena seguir corriendo riesgos, y sobre todo no merece la pena perder salud por culpa de personas que no queremos. Merece la pena ser feliz, cobrar un dinero y disfrutarlo con la gente que queremos. Pero eso no se lo digas a la otra parte, intentaría aprovecharse, llámame y déjamelo a mí.
No Comments